Levítico 19, 5-8

«Cuando sacrifiquéis a Yahvé un sacrificio de comunión, sacrificadlo de modo que os sea aceptado. La víctima se ha de comer el mismo día en que la inmoléis, o al día siguiente; y lo que sobre hasta el día tercero, será quemado. Si se come algo al tercer día, es un manjar corrompido; el sacrificio no será grato a Yahvé. El que lo coma, cargará con su falta, porque ha profanado la Santidad de Yahvé. Esa persona será excluida de su parentela.
Ver contexto