Levítico 21, 10-11


B. El sumo sacerdote.
«El sumo sacerdote, el mayor entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el óleo de la unción y que recibió la investidura revistiéndose los ornamentos, no llevará desgreñada su cabellera ni rasgará sus vestiduras, ni se acercará a ningún cadáver; ni siquiera por su padre o por su madre se le permite hacerse impuro.
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