Levítico 22, 18-23

«Di a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas: Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, presenta una ofrenda, en cumplimiento de un voto, o voluntariamente, de las que se ofrecen a Yahvé como holocausto para que sea aceptada favorablemente, la víctima habrá de ser macho, sin defecto, vacuno, ovino o cabrío. No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería bien aceptado.
«Si alguno ofrece a Yahvé ganado mayor o menor como sacrificio de comunión, en cumplimiento de un voto, o voluntariamente, para que sea aceptado favorablemente, ha de ser una res sin defecto; no debe tener defecto alguno. No presentaréis ante Yahvé animal ciego, cojo, mutilado, ulcerado, sarnoso o ruin; nada de eso pondréis sobre el altar como manjar que se abrasa para Yahvé. Si el vacuno u ovino es desproporcionado o enano, podréis presentarlo como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado en cumplimiento de voto.
Ver contexto