Levítico 22, 21-25

«Si alguno ofrece a Yahvé ganado mayor o menor como sacrificio de comunión, en cumplimiento de un voto, o voluntariamente, para que sea aceptado favorablemente, ha de ser una res sin defecto; no debe tener defecto alguno. No presentaréis ante Yahvé animal ciego, cojo, mutilado, ulcerado, sarnoso o ruin; nada de eso pondréis sobre el altar como manjar que se abrasa para Yahvé. Si el vacuno u ovino es desproporcionado o enano, podréis presentarlo como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado en cumplimiento de voto. No ofreceréis a Yahvé animal que tenga los testículos aplastados, majados, arrancados o cortados. No hagáis tales cosas en vuestra tierra. Y tampoco recibiréis nada de eso de la mano del extranjero como alimento de vuestro Dios, porque su mutilación es un defecto; no os serían aceptados favorablemente.»
Ver contexto