Levítico 23, 15-21


D. La fiesta de las Semanas.
«A partir del día siguiente al sábado, o sea, desde el día en que llevéis la gavilla de la ofrenda de balanceo, contaréis siete semanas completas. Contaréis cincuenta días hasta el día siguiente al séptimo sábado, y entonces ofreceréis a Yahvé una oblación nueva. Llevaréis de vuestras casas como ofrenda de balanceo dos panes, hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura, como primicias para Yahvé. Juntamente con el pan ofreceréis a Yahvé siete corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos carneros; serán el holocausto para Yahvé, con su oblación y sus libaciones, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahvé. Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado, y dos corderos de un año como sacrificio de comunión. El sacerdote ejecutará con ellos el rito de balanceo ante Yahvé, junto con el pan de las primicias y con los dos corderos; serán cosas consagradas a Yahvé y pertenecerán al sacerdote. Ese mismo día convocaréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo es éste para todas vuestras generaciones dondequiera que habitéis.
Ver contexto