Levítico 27, 28-29


b)del anatema.
«Nada de lo que a uno pertenece, hombre, animal o campo de su propiedad, que haya sido consagrado a Yahvé con anatema podrá ser vendido ni rescatado. Todo anatema es cosa sacratísima y pertenece a Yahvé. Ningún ser humano consagrado como anatema podrá ser rescatado; debe morir.
Ver contexto