Levítico 5, 21-26

«Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahvé mintiendo a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o de algo robado, o quitado a la fuerza,
«o si halla un objeto perdido y lo niega, o jura en falso acerca de cualquiera de las cosas en que el hombre suele pecar;
«si peca así y se hace culpable, devolverá lo robado, o lo quitado a la fuerza, o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que halló, o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a su dueño en el día de su sacrificio de reparación. Entregará para Yahvé su sacrificio de reparación: un carnero del rebaño, sin defecto, según valoración, como sacrificio de reparación ante el sacerdote. El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahvé, y le será perdonada cualquiera de las faltas de las que sea culpable.»
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