Levítico 6, 19-23

La comerá el sacerdote que ha ofrecido la víctima por el pecado. Será comida en lugar santo, dentro del atrio de la Tienda del Encuentro. Todo cuanto entre en contacto con esta carne quedará consagrado y, si su sangre salpica los vestidos, lavarás en lugar santo la parte salpicada. La vasija de barro en que haya sido cocida se romperá; y si ha sido cocida en vasija de bronce, ésta se fregará y lavará con agua. Todo sacerdote varón podrá comerla. Es cosa sacratísima. Pero no se comerá ninguna víctima ofrecida por el pecado cuya sangre haya sido introducida en la Tienda del Encuentro para hacer la expiación dentro del Santuario: será consumida por el fuego.
Ver contexto