Mateo 4, 3-11

Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.» Mas él respondió: «Está escrito:
No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.» Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito:
A sus ángeles te encomendará,
y en sus manos te llevarán,
para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» Jesús le dijo: «También está escrito:
No tentarás al Señor tu Dios.» De nuevo le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito:
Al Señor tu Dios adorarás,
y sólo a él darás culto.» Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
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