Numeros  16, 31-34

Y sucedió que, nada más terminar de decir estas palabras, se abrió el suelo debajo de ellos; la tierra abrió su boca y se los tragó, con todas sus familias, así como a todos los hombres de Coré, con todos sus bienes. Bajaron vivos al Seol con todo lo que tenían. Los cubrió la tierra y desaparecieron de la asamblea. A sus gritos huyeron todos los israelitas que estaban a su alrededor, pues se decían: «No vaya a tragarnos la tierra.»
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