Numeros  26, 64-65

Entre ellos no quedaba nadie de los que habían sido censados por Moisés y por el sacerdote Aarón, cuando hicieron el censo de los israelitas en el desierto del Sinaí. Es que Yahvé les había dicho que morirían en el desierto, sin que quedara uno de ellos, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.
Ver contexto