Nehemías 1, 6

Estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo, que yo hago ahora en tu presencia día y noche, por los israelitas, tus siervos, confesando los pecados que los israelitas hemos cometido contra ti; ¡yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado!
Ver contexto