Nehemías 13, 10-13

Me enteré también de que ya no se entregaban las raciones de los levitas, por lo que ellos —los levitas y los cantores encargados del servicio— se habían marchado, cada uno a su campo. Reprendí por ello a los consejeros, diciéndoles: «¿Por qué ha sido abandonado el templo de Dios?» Luego los reuní de nuevo y los restablecí en sus puestos. Y todo Judá trajo a los almacenes el diezmo del trigo, del vino y del aceite. Puse al frente de los almacenes al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc y a Pedayas, uno de los levitas, y, como ayudante, a Janán, hijo de Zacur, hijo de Matanías, porque eran considerados como personas fieles; les incumbía distribuir las porciones a sus hermanos.
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