Oseas  14, 1-8

Samaría es culpable,
porque se rebeló contra su Dios.
Caerán a espada, sus niños serán estrellados,
y sus embarazadas abiertas en canal.

III. Conversión de Israel y vuelta a la gracia
Vuelta sincera de Israel a Yahvé.
Vuelve, Israel, a Yahvé tu Dios,
pues tus culpas te han hecho caer.
Preparaos unas palabras,
y volved a Yahvé.
Decidle: «Quita toda culpa;
acepta lo bueno;
y en vez de novillos ofrecemos nuestros labios.
Asiria no nos salvará,
no montaremos a caballo,
y no diremos más “Dios nuestro” a la obra de nuestras manos,
oh tú, en quien halla compasión el huérfano.»
—Yo sanaré su infidelidad,
los amaré graciosamente;
pues mi cólera se ha apartado de él,
seré como rocío para Israel:
florecerá como el lirio,
y hundirá sus raíces como el Líbano.
Sus ramas se desplegarán,
su esplendor será como el del olivo,
y su fragancia como la del Líbano.
Volverán los que habitaban a su sombra;
harán crecer el trigo,
florecerán como la vid,
su fama será como la del vino del Líbano.
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