Proverbios 30, 1-14


VI. Palabras de Agur
Palabras de Agur, hijo de Jaqué, de Masá. Oráculo de este hombre para Itiel, para Itiel y para Ucal.
¡Soy el más estúpido de los hombres!
No tengo inteligencia humana,
no he aprendido la sabiduría,
ni conozco la ciencia santa.
¿Quién subió hasta el cielo y bajó luego?,
¿quién recogió el viento en un puñado?,
¿quién envolvió el agua en su vestido?,
¿quién puso los confines de la tierra?
Dime cuál es su nombre
y el nombre de su hijo, si lo sabes.
Toda palabra de Dios está garantizada;
él es un escudo para cuantos confían en él.
No añadas nada a sus palabras,
no sea que te reprenda y quedes por mentiroso.
Dos cosas te he pedido,
no me las niegues antes de mi muerte:
Aleja de mí falsedad y mentira;
no me des pobreza ni riqueza,
asígname mi ración de pan;
pues, si estoy saciado, podría renegar de ti
y decir: «¿Quién es Yahvé?»,
y si estoy necesitado, podría robar
y ofender el nombre de mi Dios.
No calumnies a un criado delante de su amo,
pues te maldecirá y sufrirás las consecuencias.
Hay gente que maldice a su padre,
y no bendice a su madre;
hay gente que se cree pura
y no ha lavado sus manchas;
¡hay gente de ojos altivos
y párpados altaneros!;
hay gente con dientes como espadas,
y mandíbulas como cuchillos,
para devorar a los humildes del país
y a los pobres de la tierra.
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