Sabiduría 1, 11-12

Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles
y preservad vuestra lengua de la calumnia;
porque no hay confidencia emitida en vano,
y la boca calumniadora da muerte al alma.
No persigáis la muerte con vuestra vida perdida
ni os busquéis la ruina con las obras de vuestras manos;
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