Sabiduría 11, 16-18

para que comprendieran que en el pecado va la penitencia.
Pues bien podía tu mano omnipotente
—que había creado el mundo de materia informe—
enviar contra ellos manadas de osos o leones intrépidos,
o fieras enfurecidas, desconocidas y recién creadas,
que lanzasen resoplidos de fuego,
despidiesen humaredas apestosas
o echasen chispas terribles por los ojos;
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