Sabiduría 11, 17-19

Pues bien podía tu mano omnipotente
—que había creado el mundo de materia informe—
enviar contra ellos manadas de osos o leones intrépidos,
o fieras enfurecidas, desconocidas y recién creadas,
que lanzasen resoplidos de fuego,
despidiesen humaredas apestosas
o echasen chispas terribles por los ojos;
capaces, no ya de aniquilarlos con sus ataques,
sino de exterminarlos con su aspecto terrorífico.
Ver contexto