Sabiduría 12, 20-22

Pues si a los enemigos de tus hijos, reos de muerte,
los castigaste con tanto miramiento y clemencia,
dándoles tiempo y lugar para apartarse de su maldad,
¿con cuánta consideración no habrás juzgado a tus hijos,
con cuyos padres hiciste juramentos y alianzas de grandes promesas?
Así, nos educas castigando a nuestros enemigos con moderación,
para que, al juzgar, recordemos tu bondad
y, al ser juzgados, esperemos misericordia.
Ver contexto