Sabiduría 12, 23-27


Vuelta a los egipcios. Su castigo progresivo.
Por eso, a los que vivían de manera insensata e inicua
los atormentaste con sus propias abominaciones,
pues se habían extraviado muy lejos por los caminos del error,
tomando por dioses a los animales más viles y despreciables,
dejándose engañar como niños inconscientes.
Por eso, como a niños sin razón,
les enviaste un castigo de risa.
Pero los que no escarmentaron con correcciones ridículas
iban a experimentar un castigo digno de Dios.
Pues ellos mismos, atormentados e irritados por aquellos
que tenían por dioses y ahora eran su castigo,
abrieron los ojos y reconocieron como Dios verdadero
a aquel que antes se negaban a conocer.
Por eso, les sobrevino el peor de los castigos.
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