Sabiduría 14, 22-31


Consecuencias del culto a los ídolos.
Luego, no les bastó con errar en el conocimiento de Dios,
sino que, debatiéndose en duro conflicto por la ignorancia,
llamaron paz a tan graves males.
Así, celebrando iniciaciones infanticidas, misterios secretos,
o delirantes orgías de ritos extravagantes,
ya no mantienen puros ni vidas ni matrimonios,
sino que se matan a traición unos a otros o se humillan con adulterios.
Todo es un caos de sangre y muerte, robo y fraude,
corrupción, deslealtad, desorden, perjurio,
confusión de los buenos, olvido de la gratitud,
contaminación de las almas, inversión de sexos,
desorden matrimonial, adulterio y libertinaje.
Porque el culto a los ídolos sin nombre
es principio, causa y fin de todos los males.
Pues o se divierten frenéticamente,
o profetizan mentiras,
o viven en la injusticia,
o perjuran con ligereza.
Como confían en ídolos sin vida,
no temen que el jurar en falso les pueda perjudicar.
Pero un doble castigo les aguarda:
por hacerse una idea falsa de Dios, al entregarse a los ídolos,
y por jurar injustamente y con engaño, despreciando la santidad.
Porque no es el poder de aquellos por los que juran,
sino el castigo de los que pecan
quien persigue siempre las transgresiones de los malvados.
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