Sabiduría 15, 1-5


Israel no es idólatra.
Pero tú, Dios nuestro, eres bueno y fiel,
eres paciente y todo lo gobiernas con misericordia.
Aunque pequemos, somos tuyos, pues reconocemos tu poder;
pero no pecaremos, porque sabemos que te pertenecemos.
Conocerte a ti es justicia consumada
y reconocer tu poder es la raíz de la inmortalidad.
No nos confundieron las malas artes de invención humana,
ni el trabajo estéril de los pintores,
figuras plasmadas en colores variados,
cuya contemplación despierta la pasión de los insensatos,
que codician la figura inanimada de una imagen muerta.
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