Sabiduría 18, 14-16

Cuando un silencio apacible lo envolvía todo
y la noche llegaba a la mitad de su carrera,
tu palabra omnipotente se lanzó desde los cielos,
desde el trono real, cual guerrero implacable,
sobre la tierra condenada,
empuñando la espada afilada de tu decreto irrevocable;
y cuando se detuvo, todo lo llenó de muerte;
tocaba el cielo mientras pisaba la tierra.
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