Sabiduría 2, 18-20

pues si el justo es hijo de Dios, él lo rescatará
y lo librará del poder de sus adversarios.
Lo someteremos a humillaciones y torturas
para conocer su temple
y comprobar su entereza.
Lo condenaremos a una muerte humillante,
pues, según dice, Dios lo protegerá.»
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