Sabiduría 3, 7-13

En el día del juicio resplandecerán
y se propagarán como el fuego en un rastrojo.
Gobernarán naciones, dominarán pueblos
y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en él comprenderán la verdad
y los fieles a su amor permanecerán a su lado,
pues la gracia y la misericordia están destinadas a sus elegidos.
Los impíos, en cambio, serán castigados por sus razonamientos,
por despreciar al justo y apartarse del Señor.
Desdichado el que desprecia la sabiduría y la educación;
vana es su esperanza,
baldíos sus esfuerzos,
e inútiles sus obras.
Sus mujeres son necias,
sus hijos perversos,
y su posteridad maldita.

Más vale la esterilidad que una posteridad impía.
Dichosa la estéril intachable,
la que no conoce lecho nupcial de pecado;
pues obtendrá fruto en el juicio de los justos.
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