Salmos 102, 13-23

Pero tú, Yahvé, reinas por siempre,
tu memoria alcanza de edad en edad.
Te alzarás, compadecido de Sión,
que es tiempo de apiadarte de ella
(porque se ha cumplido el plazo).
Tus siervos aman sus piedras,
sienten compasión de sus ruinas.
Temerán las naciones el nombre de Yahvé,
todos los reyes de la tierra tu gloria;
cuando Yahvé reconstruya Sión
y aparezca lleno de esplendor,
se volverá a la oración del despojado,
su oración no despreciará.
Quedará esto escrito para la edad futura,
y un pueblo renovado alabará a Yahvé:
se ha inclinado desde su santa altura,
desde el cielo ha mirado a la tierra,
para escuchar el suspiro del cautivo,
para librar a los que aguardan la muerte.
Para proclamar en Sión el nombre de Yahvé,
y su alabanza en Jerusalén;
cuando a una se congreguen los pueblos
y los reinos para servir a Yahvé.
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