Salmos 105, 8-15

Él se acuerda siempre de su alianza,
palabra que impuso a mil generaciones,
aquello que pactó con Abrahán,
el juramento que hizo a Isaac,
que puso a Jacob como precepto,
a Israel como alianza eterna:
«Te daré la tierra de Canaán
como lote de vuestra herencia».
Cuando eran poco numerosos,
gente de paso y forasteros,
vagando de nación en nación,
yendo de un reino a otro pueblo,
a nadie permitió oprimirlos,
por ellos castigó a los reyes:
«Guardaos de tocar a mis ungidos,
no hagáis daño a mis profetas».
Ver contexto