Salmos 140, 9-11

No concedas, Yahvé, su deseo al malvado,
no dejes que su plan se realice.
Los que me asedian alzan su cabeza: Pausa .
¡que los ahogue la malicia de sus labios,
que les lluevan carbones encendidos,
que, hundidos en el abismo, no se alcen;
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