Salmos 21, 8-12

Porque el rey confía en Yahvé,
por gracia del Altísimo no vacilará.
Que tu mano alcance a tus enemigos,
que tu diestra alcance a los que te odian.
Conviértelos en horno encendido,
el día que aparezca tu rostro.
Yahvé los tragará en su cólera,
el fuego los devorará.
Borrarás de la tierra su fruto,
su semilla de en medio de los hombres.
Aunque intenten hacerte daño,
aunque tramen un plan, nada podrán.
Ver contexto