Salmos 22, 20-24

Pero tú, Yahvé, no te alejes,
corre en mi ayuda, fuerza mía,
libra mi vida de la espada,
mi persona de las garras de los perros;
sálvame de las fauces del león,
mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
Contaré tu fama a mis hermanos,
reunido en asamblea te alabaré:
«Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
estirpe de Jacob, respetadlo,
temedlo, estirpe de Israel.
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