Salmos 39, 5-7

«Hazme saber, Yahvé, mi fin,
dónde llega la medida de mis días,
para que sepa lo frágil que soy.
De unos palmos hiciste mis días,
mi existencia nada es para ti,
sólo un soplo el hombre que se yergue,
mera sombra el humano que pasa,
sólo un soplo las riquezas que amontona,
sin saber quién las recogerá».
Ver contexto