Salmos 50, 9-13

No tomaré novillos de tu casa,
ni machos cabríos de tus apriscos,
pues son mías las fieras salvajes,
las bestias en los montes a millares;
conozco las aves de los cielos,
mías son las alimañas del campo.
Si hambre tuviera, no te lo diría,
porque mío es el orbe y cuanto encierra.
¿Acaso como carne de toros
o bebo sangre de machos cabríos?
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