Salmos 60, 5-12

Sometiste a tu pueblo a duras pruebas,
nos diste a beber vino de vértigo.
A tus adeptos les diste una señal
para que pudiesen escapar del arco. Pausa.
Para que escapen libres tus favoritos,
¡con tu diestra salvadora respóndenos!
Dios ha hablado en su santuario:
«Repartiré victorioso Siquén,
parcelaré el valle de Sucot.
Míos son Galaad y Manasés,
Efraín, yelmo de mi cabeza,
Judá, mi bastón de mando,
Moab, la jofaina en que me lavo;
sobre Edom tiro mi sandalia.
¡Celebra, Filistea, tu victoria sobre mí!»
¿Quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá hasta Edom?
¿No eres tú, oh Dios, quien nos rechaza,
y no sales al frente de nuestras tropas?
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