Salmos 61, 1-5


SALMO 61 (60)
Oración de un desterrado
Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. De David.
¡Escucha, oh Dios, mi clamor,
atiende a mi plegaria!
Te grito desde el confín de la tierra,
con el corazón desmayado.
Condúceme a la roca inaccesible,
que tú eres mi refugio,
bastión frente al enemigo.
¡Hospédame siempre en tu tienda,
acogido al amparo de tus alas!
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