Salmos 65, 9-13

Los que habitan los confines lejanos
se estremecen al ver tus signos;
a las puertas del alba y del ocaso
las haces gritar de júbilo.
Te ocupas de la tierra y la riegas,
la colmas de riquezas.
El arroyo de Dios va lleno de agua,
tú preparas sus trigales.
Así la preparas:
riegas sus surcos, allanas sus glebas,
las mulles con lluvia, bendices sus brotes.
Coronas el año con tus bienes,
de tus rodadas brota la abundancia;
destilan los pastos del páramo,
las colinas se adornan de alegría;
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