Salmos 69, 22-28

Me han echado veneno en la comida,
han apagado mi sed con vinagre.
Que su mesa se convierta en un lazo,
que su abundancia sea una trampa;
que se nublen sus ojos y no vean,
que sus fuerzas flaqueen sin cesar.
Derrama sobre ellos tu enojo,
los alcance el ardor de tu cólera;
que su morada se convierta en erial,
que nadie habite en sus tiendas.
Porque acosan al que tú has herido
y aumentan la herida de tu víctima.
Añade culpa a su culpa,
no tengan acceso a tu justicia;
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