Salmos 69, 8-13

Pues por ti soporto el insulto,
la vergüenza cubre mi semblante;
a mis hermanos resulto un extraño,
un desconocido a los hijos de mi madre;
pues el celo por tu Casa me devora,
y si te insultan sufro el insulto.
Si me mortifico con ayunos,
lo aprovechan para insultarme;
si me pongo un sayal por vestido,
me convierto en objeto de burla:
los que están a la puerta murmuran,
los borrachos me sacan coplas.
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