Salmos 74, 2-7

Piensa en la comunidad que antaño adquiriste,
la que tú rescataste, tribu de tu propiedad,
y del monte Sión, donde pusiste tu morada.
Guía tus pasos a estas ruinas perpetuas:
al santuario devastado por el enemigo.
Rugían tus adversarios en tu asamblea,
colocaban como señal sus enseñas;
destrozaban como quien va penetrando
con hachas en la espesura del bosque.
Cercenaron todas juntas sus jambas,
con hacha y martillo desgajaban.
Prendieron fuego a tu santuario,
profanaron por tierra tu gloriosa mansión.
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