Salmos 89, 47-52

¿Hasta cuándo te esconderás, Yahvé?
¿arderá siempre como fuego tu furor?
Recuerda, Señor, lo que dura la vida,
para qué poco creaste a los humanos.
¿Podrá alguien vivir sin ver la muerte?
¿quién escapará a las garras del Seol? Pausa.
¿Dónde están, Señor, tus primeros amores,
aquello que juraste con fidelidad a David?
Acuérdate, Señor, del ultraje de tus siervos:
cómo aguanta mi pecho la infamia de los pueblos;
así ultrajan tus enemigos, Yahvé,
así ultrajan las huellas de tu Ungido.
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