Salmos 4, 2
“
Respóndeme cuando te llamo,
Dios testigo de mi inocencia;
tú, que en el apuro me abres salidas,
tenme piedad y escucha mi oración.
”
Dios testigo de mi inocencia;
tú, que en el apuro me abres salidas,
tenme piedad y escucha mi oración.
”