Eclesiástico 17, 1-8

El Señor creó al hombre de la tierra,
y a ella le hará volver de nuevo.
Asignó a los hombres días contados y un plazo fijo,
y les concedió también el dominio de la tierra.
Los revistió de una fuerza como la suya,
a su propia imagen los creó.
Hizo que todo ser viviente le temiese,
para que dominara sobre fieras y aves.
Les formó lengua, ojos y oídos,
y les dio un corazón para pensar.
Los llenó de saber e inteligencia,
les enseñó el bien y el mal.
Fijó su mirada en sus corazones,
para mostrarles la grandeza de sus obras.
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