Eclesiástico 3, 21-24

No pretendas lo que te sobrepasa,
ni investigues lo que supera tus fuerzas.
Atiende a lo que se te encomienda,
que las cosas misteriosas no te hacen ninguna falta.
No te preocupes por lo que supera a tus obras,
porque ya te han enseñado más de lo que alcanza la inteligencia
humana.
Pues las especulaciones desviaron a muchos,
y las falsas ilusiones extraviaron sus pensamientos.
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