Eclesiástico 33, 25-33


Los esclavos.
Al asno, forraje, palo y carga,
al criado, pan, disciplina y trabajo.
Haz trabajar al siervo y encontrarás descanso,
deja libres sus manos y buscará la libertad.
Yugo y riendas doblegan el cuello,
al mal criado azotes y castigos.
Hazle trabajar para que no esté ocioso,
que la ociosidad enseña muchos vicios.
Oblígale a trabajar como le corresponde,
y, si no obedece, pon cepos en sus pies.
Pero no te excedas con nadie,
ni hagas nada injustamente.
Si tienes un criado, trátalo como a ti mismo,
porque con sangre lo adquiriste.
Si tienes un criado, trátalo como a un hermano,
porque lo necesitas como a ti mismo.
Si lo maltratas, y levantándose, se escapa,
¿por qué camino irás a buscarle?
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