Eclesiástico 33, 31-33

Si tienes un criado, trátalo como a ti mismo,
porque con sangre lo adquiriste.
Si tienes un criado, trátalo como a un hermano,
porque lo necesitas como a ti mismo.
Si lo maltratas, y levantándose, se escapa,
¿por qué camino irás a buscarle?
Ver contexto