Eclesiástico 44, 2-9

Grandes glorias ha creado el Señor,
desde siempre ha mostrado su grandeza.
Hubo hombres que gobernaron en sus reinos,
y hombres famosos por su poder;
consejeros notables por su inteligencia,
y expertos en anunciar profecías.
Hubo otros que guiaron al pueblo con sus consejos,
con su dominio de la literatura popular,
y con las sabias palabras de su doctrina.
Hubo inventores de melodías musicales,
compositores de poesías,
hombres ricos, dotados de poder,
que vivían en paz en sus casas.
Todos ellos fueron honrados por sus contemporáneos,
motivo de orgullo fueron en su tiempo.
Algunos de ellos dejaron un nombre,
que aún se recuerda con elogio.
Otros no dejaron memoria,
desaparecieron como si no hubieran existido,
pasaron como si nunca hubieran sido,
igual que sus hijos después de ellos.
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