Eclesiástico 46, 11-12


Los jueces.
También los jueces, cada uno por su nombre;
su corazón no se prostituyó,
y del Señor no se apartaron:
¡Bendita sea su memoria!
¡Que sus huesos revivan en sus tumbas,
y sus nombres se renueven
en los hijos de estos hombres ilustres!
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