Eclesiástico 7, 32-36


Los pobres y afligidos.
Tiende también tu mano al pobre,
para que tu bendición sea completa.
Sé generoso con todos los vivos,
y a los muertos no les niegues tu piedad.
No te retraigas ante los que lloran,
y aflígete con los afligidos.
No tardes en visitar al enfermo,
que haciendo estas obras te harás querer.
En todas tus acciones ten presente tu fin,
y así jamás cometerás pecado.
Ver contexto