Sofonías 2, 4-15
“
II. Contra las naciones
El enemigo por occidente: los filisteos.
Gaza quedará desamparada,
Ascalón desolada,
Asdod, expulsada al mediodía,
Ecrón, arrancada de raíz.
¡Ay de los habitantes de la costa,
nación de los quereteos!
Palabra de Yahvé contra vosotros:
«Canaán, tierra de filisteos,
te destruiré, te dejaré sin habitantes;
la costa quedará convertida en pastizales,
en pradera de pastores,
en apriscos de ovejas.»
Y será la franja costera
para el Resto de la casa de Judá:
allí pacerán y a la tarde
reposarán en las casas de Ascalón,
cuando los visite Yahvé su Dios,
y los traiga de su cautiverio.
Enemigos por oriente: Moab y Amón.
He oído los insultos de Moab,
los denuestos lanzados por Amón,
cuando insultaron a mi pueblo,
y prosperaron a costa de su tierra.
Por eso, ¡por mi vida
—oráculo de Yahvé Sebaot,
Dios de Israel—
que Moab quedará como Sodoma,
los habitantes de Amón como Gomorra:
cardizal y mina de sal,
desolación para siempre!
El Resto de mi pueblo los saqueará,
los que queden de mi nación los heredarán.
Éste será el precio de su orgullo,
por insultar, por prosperar
a costa del pueblo de Yahvé Sebaot.
Yahvé se les mostrará terrible,
cuando deje sin fuerzas
a todos los dioses de la tierra,
y se postren ante él,
cada una en su lugar,
todas las islas de los paganos.
El enemigo por el sur: Etiopía.
También vosotros, etíopes:
«Seréis víctimas de mi espada».
El enemigo por el norte: Asiria.
Extenderá su mano contra el norte,
destruirá a Asiria,
dejará a Nínive desolada,
árida como el desierto.
Se tumbarán en medio de ella
rebaños y toda suerte de animales:
hasta la lechuza y el erizo
pasarán la noche entre sus capiteles.
El búho ululará en la ventana,
graznará el cuervo en el umbral,
porque el cedro fue arrancado.
Así quedará la ciudad bulliciosa,
la que tranquila reposaba,
la que decía en su interior:
«¡Yo, y nadie más!»
¡Qué desolada ha quedado,
convertida en guarida de animales!
Todo el que pasa a su lado
silba y agita su mano.
”
II. Contra las naciones
El enemigo por occidente: los filisteos.
Gaza quedará desamparada,
Ascalón desolada,
Asdod, expulsada al mediodía,
Ecrón, arrancada de raíz.
¡Ay de los habitantes de la costa,
nación de los quereteos!
Palabra de Yahvé contra vosotros:
«Canaán, tierra de filisteos,
te destruiré, te dejaré sin habitantes;
la costa quedará convertida en pastizales,
en pradera de pastores,
en apriscos de ovejas.»
Y será la franja costera
para el Resto de la casa de Judá:
allí pacerán y a la tarde
reposarán en las casas de Ascalón,
cuando los visite Yahvé su Dios,
y los traiga de su cautiverio.
Enemigos por oriente: Moab y Amón.
He oído los insultos de Moab,
los denuestos lanzados por Amón,
cuando insultaron a mi pueblo,
y prosperaron a costa de su tierra.
Por eso, ¡por mi vida
—oráculo de Yahvé Sebaot,
Dios de Israel—
que Moab quedará como Sodoma,
los habitantes de Amón como Gomorra:
cardizal y mina de sal,
desolación para siempre!
El Resto de mi pueblo los saqueará,
los que queden de mi nación los heredarán.
Éste será el precio de su orgullo,
por insultar, por prosperar
a costa del pueblo de Yahvé Sebaot.
Yahvé se les mostrará terrible,
cuando deje sin fuerzas
a todos los dioses de la tierra,
y se postren ante él,
cada una en su lugar,
todas las islas de los paganos.
El enemigo por el sur: Etiopía.
También vosotros, etíopes:
«Seréis víctimas de mi espada».
El enemigo por el norte: Asiria.
Extenderá su mano contra el norte,
destruirá a Asiria,
dejará a Nínive desolada,
árida como el desierto.
Se tumbarán en medio de ella
rebaños y toda suerte de animales:
hasta la lechuza y el erizo
pasarán la noche entre sus capiteles.
El búho ululará en la ventana,
graznará el cuervo en el umbral,
porque el cedro fue arrancado.
Así quedará la ciudad bulliciosa,
la que tranquila reposaba,
la que decía en su interior:
«¡Yo, y nadie más!»
¡Qué desolada ha quedado,
convertida en guarida de animales!
Todo el que pasa a su lado
silba y agita su mano.
”