Tobías 11, 15

Porque me había azotado,
pero se ha compadecido
y ahora veo a mi hijo Tobías.
Tobías entró en casa lleno de gozo y bendiciendo a Dios con toda su voz; luego contó a su padre el éxito de su viaje, cómo traía el dinero y cómo se había casado con Sarra, la hija de Ragüel, que venía con él y estaba ya a las puertas de Nínive.
Ver contexto