Tobías 13, 1-8


XII. Sión
Y dijo:
¡Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y bendito sea su reinado!
Porque él es quien castiga
y tiene compasión;
el que hace descender hasta el más profundo Hades de la tierra
y el que hace subir de la gran Perdición,
sin que haya nada que escape de su
mano.
Confesadle, hijos de Israel,
ante todas las naciones,
porque él os dispersó entre ellas
y aquí os ha mostrado su grandeza.
Exaltadle ante todos los vivientes,
porque él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Os ha castigado por vuestras injusticias,
mas tiene compasión de todos vosotros
y os juntará de nuevo de entre todas las naciones
por donde os ha dispersado.
Si os volvéis a él
de todo corazón y con toda el alma,
para obrar en verdad en su presencia,
se volverá a vosotros sin esconder su faz.
Mirad lo que ha hecho con vosotros
y confesadle en alta voz.
Bendecid al Señor de justicia
y exaltad al Rey de los siglos.
Yo le confieso en el país del destierro,
y publico su fuerza y su grandeza
a gente pecadora.
¡Volved, pecadores!
Practicad la justica en su presencia.
¡Quién sabe si os amará
y os tendrá misericordia!
Yo exalto a mi Dios
y mi alma se alegra
en el Rey del Cielo.
Su grandeza
sea de todos celebrada
y confiésenle todos en Jerusalén.
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